Indicadores de Abuso.
Las relaciones de abuso y malos tratos comienzan a manifestarse en fases muy tempranas de la relación. Los testimonios que las víctimas narran en situación clínica avalan frecuentemente esta circunstancia. La mayoría cuenta cómo, ya en la etapa de noviazgo, se produjeron hechos (señales, avisos…) que entonces:
• -no supieron identificar a tiempo;
• -incluso percibiéndolos, no les dieron la importancia que realmente tenían;
• -simplemente interpretaron de manera incorrecta;
Frases como “en todas la parejas se discute” o incluso dichos populares como “parejas reñidas, parejas queridas”, que pueden ser ciertas cuando se contextualizan en parejas cuyas relaciones están basadas en el respeto y la igualdad, pueden llevar, sin embargo, a crear confusión y a considerar que es normal lo inaceptable. Y es que, en efecto, darse cuenta a tiempo no es una tarea fácil si no se dispone de la información necesaria. La implantación paulatina que recorre un proceso de abuso, así como la sutileza de los indicadores de control y dominio que aparecen en esta fase, dificultan profundamente la identificación.
Hablamos de indicadores al referirnos a las señales que sirven para poner de manifiesto un fenómeno. Son los “avisos” o signos de advertencia temprana que permiten a la persona o al entorno alertarse y actuar ante un problema. En el caso de la violencia de género en parejas jóvenes, estos indicadores guardan una estrecha relación con las diferentes estrategias de coacción que los abusadores o maltratadotes ponen en marcha para lograr sus fines, entre otros ya vistos: aislamiento, desvalorización, amenazas, intimidación, agresiones físicas, chantaje emocional, etc.
Durante este mes de Noviembre y con motivo de 25 de noviembre, cada día haré referencia a uno de estos indicadores de abuso, que se da en el noviazgo.
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